Hay quien está en contra de la televisión, y sobre todo en contra de su programación, desde algunos ámbitos, y parece que desde la educación es uno de ellos, se entiende que la televisión es como un enemigo, que hay que anular, que hay que abandonar. Sin embargo, encuentro que el análisis es muy superficial, hay que pararse a analizar la televisión en profundidad, a observarla para usarla buscando los beneficios que pudiera tener.
Desde su creación hasta hoy día es indudable que la televisión ha influido en la mente, el comportamiento, en los valores, actitudes y demás ámbitos de la vida de las personas, es muy importante, desde la educación, acercarnos los estudios que se han hecho sobre estos asuntos. Debemos partir de la base de que en la actualidad, la televisión, dentro del ámbito familiar, se encuentra en una importante situación de poder que, como decimos, controla nuestro tiempo y por tanto marca nuestro ritmo de vida.
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